Análisis Nutricionales: Clave para Dietas Animales Efectivas

Análisis Nutricionales: Clave para Dietas Animales Efectivas

La importancia de los análisis nutricionales en la formulación de la dieta animal

La formulación de dietas animales es un aspecto fundamental para garantizar la salud, el bienestar y la productividad de los animales de granja.

Una dieta equilibrada aporta todos los nutrientes esenciales de forma equilibrada, favoreciendo no sólo un crecimiento adecuado, sino también la eficiencia reproductiva y la producción de leche, carne, huevos y cualquier otro producto de origen animal.

Los animales necesitan alimentos que les proporcionen las cantidades correctas de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Una dieta desequilibrada puede provocar problemas de salud como deficiencias nutricionales, escaso aumento de peso, menor producción de leche e incluso aumento de la mortalidad. Al formular una dieta para animales, el objetivo principal es cubrir las necesidades nutricionales de acuerdo con la especie, edad, etapa de producción y condiciones de criadero.

Por tanto, es necesario conocer las necesidades nutricionales de los animales y las propiedades de los ingredientes disponibles. Es necesario comprender los principios básicos de la nutrición, que implican el suministro equilibrado de macronutrientes y micronutrientes, así como satisfacer las necesidades energéticas de los animales.

Macronutrientes: proteínas, carbohidratos y lípidos

Proteínas: las proteínas están compuestas de aminoácidos, que son importantes para el mantenimiento, la renovación del tejido muscular, y el crecimiento. En la dieta animal, las proteínas pueden obtenerse de fuentes vegetales y animales, como la soja, el maíz y subproductos animales.

Carbohidratos: los carbohidratos son la principal fuente de energía para la mayoría de los animales. Incluyen azúcares simples, como la glucosa, y azúcares complejos, como el almidón y la fibra. Los carbohidratos se metabolizan para proporcionar energía inmediata y son esenciales para las actividades diarias, el crecimiento y la producción. Las fuentes comunes de carbohidratos incluyen cereales y forrajes.

Lípidos: también conocidos como grasas, los lípidos son una fuente concentrada de energía y son necesarios para la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E, K). Además, los lípidos desempeñan un papel crucial en la formación de membranas celulares y en el aislamiento térmico. Los aceites vegetales y las grasas animales son ejemplos de fuentes de lípidos.

Micronutrientes: vitaminas y minerales.

Aunque son necesarios en menores cantidades, los micronutrientes son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Vitaminas: las vitaminas realizan diversas funciones, incluido el soporte a las reacciones metabólicas en los organismos.

Minerales: los minerales como el calcio, el fósforo, el potasio y el sodio son esenciales para varias funciones biológicas.

Clasificación de los alimentos

Alimentos voluminosos: incluye forraje, heno, ensilaje y pastos. Estos alimentos son ricos en fibra (más del 18%) y ocupan un gran volumen en el tracto digestivo, lo cual es importante para los rumiantes. El alto contenido de fibra presente en los alimentos voluminosos son esenciales para la salud del rumen, ya que promueven la masticación y la rumia, procesos que estimulan la producción de saliva y ayudan a mantener el pH del rumen en niveles ideales. Además, los alimentos voluminosos proporcionan energía más lentamente.

Alimentos concentrados: con menores cantidades de fibra (menos del 18% en materia seca), pero ricos en energía, proteínas, vitaminas y minerales. Los ejemplos incluyen cereales como el maíz y la soja, así como subproductos industriales como el salvado de arroz y el maíz. Se añaden concentrados a la dieta para satisfacer las demandas de energía y proteínas que los alimentos voluminosos no pueden satisfacer por sí solo. Concentrados de proteínas: 20% o más de proteína bruta en materia seca. Concentrados energéticos: menos del 20% de proteína bruta en materia seca.

La combinación adecuada de alimentos voluminosos y concentrados garantiza que los animales reciban todos los nutrientes necesarios.

Etapas para la formulación de dietas

Los pasos clave incluyen evaluar las necesidades nutricionales específicas, seleccionar cuidadosamente los ingredientes y calcular con precisión las proporciones para optimizar la dieta.

El primer paso es comprender las necesidades nutricionales específicas de la especie animal y la etapa de vida del animal. Estas necesidades varían entre diferentes especies e incluso dentro de una misma especie, dependiendo de la etapa de desarrollo, como crecimiento, lactancia, gestación o mantenimiento.

Especies: las diferentes especies tienen diferentes necesidades nutricionales. Por ejemplo, los rumiantes tienen una digestión compleja que permite el uso eficiente de los forrajes, mientras que los monogástricos dependen más de granos y proteínas de alta calidad.

Etapa de desarrollo: los requerimientos nutricionales cambian a medida que el animal pasa por diferentes etapas de la vida. Los animales en crecimiento necesitan más proteínas y energía para apoyar un desarrollo rápido, mientras que los animales reproductores pueden necesitar niveles más altos de ciertos minerales y vitaminas para apoyar la reproducción.

Objetivos de producción: el objetivo de producción (como carne, leche, huevos o lana) también influye en las necesidades nutricionales. Los animales destinados a la producción de carne, por ejemplo, pueden necesitar una dieta más rica en energía y proteínas para maximizar el aumento de peso.

Después de evaluar las necesidades nutricionales, el siguiente paso es seleccionar los ingredientes que conformarán la dieta. La elección de los ingredientes debe tener en cuenta tanto el valor nutricional como la disponibilidad y el costo. Finalmente, se debe calcular la proporción de cada ingrediente en la dieta para asegurar que todas las necesidades nutricionales se satisfagan de manera eficiente y económica. El cálculo de la dieta implica equilibrar los ingredientes para que la combinación final satisfaga los requerimientos de nutrientes del animal sin excesos ni deficiencias.

Análisis nutricionales

Los análisis nutricionales identifican la composición de los ingredientes, permitiendo la formulación de dietas equilibradas.

Los análisis de materia seca (MS) es el primer paso en la evaluación de los ingredientes. Mide la materia seca presente en el alimento, fundamental para evitar diluir los nutrientes. El agua puede diluir los nutrientes presentes en los ingredientes, por lo que determinar la materia seca permite ajustar la formulación de la dieta para garantizar que los animales reciban la cantidad adecuada de nutrientes.

El análisis de cenizas mide el contenido mineral total de la muestra. La ceniza representa los residuos inorgánicos que quedan después de que la muestra se quema por completo. El peso del residuo de ceniza se utiliza para calcular el contenido mineral.

El análisis de proteína bruta (PB) mide el contenido total de nitrógeno de la muestra, que se utiliza para estimar el contenido de proteínas. El método Kjeldahl se utiliza ampliamente para este análisis, que implica la digestión de la muestra en ácido, seguida de destilación y titulación  para determinar el contenido de nitrógeno.

Los lípidos, también conocidos como grasas, son una fuente concentrada de energía. El análisis del extracto etéreo determina el contenido de lípidos en el alimento. La determinación de grasa se puede realizar mediante diferentes métodos, siendo los más habituales el método Soxhlet o Goldfish.

Las fibras son importantes para la salud digestiva de los animales. La fibra bruta mide en conjunto todos los componentes fibrosos del alimento, como la celulosa, la hemicelulosa y la lignina. Sin embargo, la fibra bruta no proporciona una medida completa de las fracciones fibrosas, lo que ha llevado al desarrollo de métodos adicionales, como el de van Soest, para un análisis más detallado con fibra detergente neutra y fibra detergente ácida.

El extracto no nitrogenado incluye carbohidratos solubles como azúcares y almidones, que son fuentes importantes de energía. Calculado por la suma de las determinaciones: materia seca a 65°C, extracto etéreo, proteína bruta, fibra bruta y materia mineral.

La digestibilidad in vitro y en pepsina son técnicas utilizadas para evaluar la capacidad de digestión de los alimentos, especialmente en estudios de nutrición animal. La digestibilidad in vitro simula el proceso digestivo fuera del organismo, lo que permite analizar la cantidad de nutrientes que realmente utiliza el animal. Mientras que la digestibilidad en pepsina se enfoca en la descomposición de proteínas, utilizando la enzima pepsina para simular la digestión gástrica.

Consideraciones finales

Los análisis nutricionales son la base para formular dietas animales equilibradas y eficaces. Cada tipo de análisis proporciona información crítica que, cuando se combina, permite crear una dieta que satisfaga las necesidades específicas de diferentes especies y etapas de vida. Al garantizar que todos los nutrientes esenciales estén presentes en proporciones adecuadas, las dietas formuladas promueven la salud, el crecimiento y el rendimiento óptimo de los animales.

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